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26 de abril de 2017

¿NECESITAS UN GPS?


Somos tremendamente propensos a quejarnos por todo. Con frecuencia pensamos que nunca tenemos suerte en nada, tenemos lo necesario... una familia, unos amigos, un trabajo, una casa... pero otros tienen mucho más que nosotros. No se trata sólo de envidia, es que sencillamente nosotros somos demasiado "normales" y nos gustaría ser especiales, espectaculares.
 
Siempre le echamos la culpa a la vida injusta que siempre ofrece a otros lo que a nosotros se nos niega. Otros tienen suerte, otros tienen oportunidades, mientras que nosotros sólo tenemos sueños (la mayoría de las veces inalcanzables).
 
Pero... ¿estás seguro de que esto es así?
 
En realidad la vida no es ni buena ni mala, siempre nos ofrece a todos lo mismo: salud, dinero, amor, trabajo... Lo que ocurre es que la vida nunca pregunta si es el momento apropiado y, muchas veces no todas las cosas que queremos vienen en el mismo paquete, pero tarde o temprano se presentarán las oportunidades de obtener aquello que siempre soñamos. Obviamente hay que saberlo reconocer.
 
Es muy importante ser conscientes del abanico de posibilidades que tenemos a nuestra disposición y de nuestra capacidad de intervenir para conseguir lo que tanto ansiamos. Tú eres el único que tiene el poder de actuar, de decidir o no, de vacilar o de lanzarse al vacío.
Así que de eso se trata, de dejar de quejarnos y empezar a actuar. Arriesgarlo todo. Abrir bien los ojos, ser conscientes de todos los medios que tenemos al alcance para conseguir lo que queremos y, por supuesto, arriesgarse.

La vida no va tocar a nuestra puerta para entregarnos en un paquete de regalo lo que queremos... simplemente nos abrirá los caminos oportunos para que podamos luchar por ello.
Quizá deberíamos ir pensando en comprar un GPS para que nos indique cómo encontrar todos esos caminos... o arriesgarnos a buscarlos por nosotros mismos con nuestro esfuerzo personal.
 

18 de abril de 2017

CON LOS OJOS ABIERTOS

“Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta…”
-Walt Whitman-
 
Pensando en esta bella frase me ha dado por pensar que, ante la vida, no podemos sentarnos a esperar que todo suceda cómo nos gustaría a nosotros, sin mover ni un dedo para explorar lo que se nos ofrece o sin valorar lo que ya tenemos.
 
Nunca debemos perder la oportunidad de alimentar nuestros sentidos, de disfrutar de lo pequeño que suele ser lo más grande. Se trata de vivir estando presentes en este preciso instante, extraer todo lo bueno y degustarlo como si del mejor vino se tratase.
 
Que el futuro sea incierto es algo que en realidad no depende de nosotros. No podemos dejar de vivir hoy lo que tampoco sabemos si podremos vivir mañana. Nuestra historia no puede esperar a que lleguen los momentos en los que el caprichoso azar nos brinde aquello que pensamos merecer. No podemos esperar ganar sin arriesgar, es imposible posponer nuestro presente. Es como taparse los ojos y continuar caminando, y si tropiezo ya culparé a la vida de ser injusta.
 
Cuando focalizamos nuestra atención en lo que la vida "nos tiene que dar", y no en lo que nosotros podemos hacer mientras estamos en ella, la impotencia y la frustración se harán compañeras permanentes de este viaje. En cambio cuando centramos nuestra existencia en lo que podemos obtener de la vida, en el intercambio que podemos hacer con ella… La mirada interior cambia.
 
Es lo que yo llamo "la importancia de vivir con los ojos del alma bien abiertos".
 
Cuando tenemos los ojos abiertos y el alma puesta en esa apertura de miras, vemos aquello que no podríamos ver de otra manera. Podemos ser capaces de percibir matices que pasarían desapercibidos si los ojos de nuestro ser permanecieran cerrados. Y es ahí, donde podemos ser capaces de disfrutar la vida. No hablo de grandes acontecimientos con repercusiones que todo el mundo perciba. Hablo de algo mucho más íntimo y sensorial. Hablo de alimentar nuestro ser con la cotidianeidad de estar vivos. De aprender de la naturaleza, de la vida, y todo lo que ella nos brinda con tanta generosidad.
 
Busca tu sentido de vida y saborea tu existencia. No la dejes pasar, porque esta vida es finita y busca encontrarse con tu despertar a cada segundo que pasa.
 

5 de abril de 2017

EL OASIS

Atraemos a las personas, situaciones e ideas que están en armonía con nuestros pensamientos y emociones dominantes.
Es probable que si estamos contentos o felices nos sucedan cosas positivas, ya que atraeremos a personas, ideas y circunstancias que reflejen este estado.
Lo mismo ocurre cuando estamos de mal humor. Suele ser cuando peor nos salen las cosas.


A un oasis llegó un joven, tomó agua, se aseó y preguntó a un anciano que se encontraba descansando:
– ¿Qué clase de personas viven aquí?
El anciano preguntó:
– ¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tú vienes?
– Un montón de gente egoísta y mal intencionada – replicó el joven. Estoy encantado de haberme ido de allí.
A lo cual el anciano comentó:
– Lo mismo encontrarás en este lugar.

Ese mismo día otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó:
– ¿Qué clase de personas viven en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta:
– ¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tú vienes?
– Oh, de donde yo vengo hay personas magníficas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.
– Pues lo mismo encontrarás aquí – respondió el anciano.

Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:
– ¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo que el viejo contestó:
– Cada uno de nosotros sólo puede ver lo que lleva en su corazón. Aquel que no encuentra nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa distinta aquí ni en ninguna otra parte.
 

1 de abril de 2017

SUEÑOS SEMILLA

En su pequeñez cada semilla
contiene el germen y el espíritu 
del árbol que será después.
 
Crecer, desarrollarse, evolucionar... esta es nuestra verdadera misión en la vida.
Todos somos semillas... todos estamos llamados a fructificar. Cuidemos la semilla interior para que algún día podamos llegar a ser árbol.
 
Esas semillas son nuestros proyectos, nuestras metas y, al fin, nuestros sueños.
Debemos luchar por conseguir nuestros sueños, nuestros mejores deseos, porque ellos son como guías que nos facilitan el camino. Cada persona tiene sus propios sueños que debe seguir como un faro. Es nuestro deber intentar luchar y ser fieles a aquello en lo que creemos. No tenemos que tener miedo de soñar nuestro futuro, porque éste es sólo de los que se arriesgan a soñar. Lo más hermoso de los sueños se encuentra en el camino que lleva hasta ellos. Lo más hermoso de los sueños es soñar. Si, más tarde, la VIDA tiene a bien hacer realidad nuestros sueños, agradezcámoslo y disfrutemos de esa realidad. Si no, agradezcámoslo también, sabiendo que nos llevamos en el corazón la mejor parte de todo el proceso.
 
No tengamos miedo...
porque cada semilla sabe
cómo llegar a ser árbol.