Con frecuencia la vida nos sorprende... unas veces para bien y otras para mal.
Cuando los problemas se nos amontonan, todos tendemos a vivir en una actitud mucho más agresiva y nuestros comportamientos diarios y las relaciones personales se ven indudablemente afectados.
Probablemente lo ideal es cambiar nuestro modo de actuar, corrigiendo algunos modales y desterrando otros, aunque esto es más fácil de decir que de hacer.
Hay que procurar ser amables y afectuosos con los demás. Ser complacientemente afectuosos y afectuosamente complacientes... raro ¿verdad? pero totalmente cierto.
Si quieres ser tú mismo, procura ser siempre amable, respetuoso y educado con los demás. Con la amabilidad se abren muchas puertas y se conquistan corazones, y probablemente siendo amables seremos más apreciados y valorados (aunque esto no es científico).
El que es antipático, mal educado y grosero, déspota o mal encarado, normalmente repele, cada vez tiene menos amigos y el trato con él resulta muy desagradable. Tú procura no ser de éstos. Procura ser amable en todo momento, ser una persona respetuosa con todo el mundo. Aunque "la procesión vaya por dentro", tú intenta que no aflore al exterior.
Por otra parte, ten en cuenta que ser amable no significa, de ningún modo, que seas servil o estés sujeto a los caprichos de los demás. Se puede ser amable y, al mismo tiempo, asertivo, negando algo que nos piden porque no podemos o no debemos concederlo. Aun así, nuestra negativa debe ser dada con amabilidad, con finura y delicadeza, sabiendo hacer gala de un talante abierto y conciliador.
Tampoco debemos permitir que abusen de nuestra amabilidad. No debes ceder a lo que te parezca injusto, al error o al capricho de otros, porque si los demás te ven débil y voluble, abusarán de ti y tú te irás encogiendo en la medida en que los demás se engrandecen.
Amables... sí, pero firmes... también.
Muchas veces basta una simple sonrisa para levantar el ánimo y el corazón de otra persona. La sonrisa es un bálsamo muy potente, capaz de ablandar al mismo acero. Intenta sonreír hasta empapar el corazón del otro.
En estos tiempos de individualismo en los que cada uno va a lo suyo sin pensar en nadie y, a veces, incluso pisoteando a los demás, es bueno que saques a pasear tu sonrisa y tu amabilidad. Sobre todo con las personas que veas más tristes, más tímidas, más angustiadas o los que se sienten literalmente con el agua al cuello.
Todos tenemos problemas, tú también... penas, pruebas, soledades. Pero intenta alzarte por encima, y poner "al mal tiempo buena cara" aunque tu corazón llore.
No niegues a nadie tu sonrisa. Sonríe con amor y por amor. No olvides que "LA SONRISA ES LA DISTANCIA MÁS CORTA ENTRE DOS PERSONAS".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
*** GRACIAS POR TU COMENTARIO QUE SIEMPRE SERÁ BIENVENIDO ***