Deja de pensar en lo que podría haber sido y ábrete a la esperanza de lo que será.
En general, tenemos una alta tendencia a sufrir pues son muchos los temores que se van acumulando en nuestra mente. Sufrimos por cosas que no han pasado y, que a lo mejor, no tienen por qué pasar nunca.
Estamos continuamente dándole vueltas a nuestros miedos y así constantemente sufrimos por ello.
Muchas personas que se consideran temerosas, cuando han tenido que afrontar algo en la vida lo han hecho con total resolución, siendo inteligentes, valientes y eficaces, sabiendo hacer lo que tenían que hacer en ese momento preciso.
Por esto sabemos que, con frecuencia, nuestra mente "va por libre", infundiéndonos temores que nos hacen sentirnos pequeños ante los problemas, sin dejarnos entender que cuando éstos surjan no tendremos dificultades para afrontarlos. Cuando vengan los problemas, que vendrán, sabremos salir de ellos de la mejor forma posible, o al menos lo intentaremos con todas nuestras fuerzas.
Así que, cuando sintamos ese miedo irrefrenable y paralizante, lo único que podemos hacer, es aprender a escucharlo cada día un poco menos.
Elijamos confiar en que todo saldrá como deseamos y mantengamos nuestro corazón abierto a la esperanza.


No hay comentarios:
Publicar un comentario
*** GRACIAS POR TU COMENTARIO QUE SIEMPRE SERÁ BIENVENIDO ***