JUNTOS DE LA MANO

Sentado en la playa un día de verano observaba cómo unos niños jugaban en la arena.

Estaban trabajando con esmero cerca del agua, en la construcción de un elaborado castillo con portones, torres, y pasajes internos.

Cuando estaban acabando con el proyecto, una gran ola vino y les derrumbó la construcción, reduciéndola a un montículo de arena mojada.

Pensé que estallaría el llanto, agobiados por lo que acababa de suceder en la obra que tanto trabajo les había costado.

Pero me sorprendieron... en vez de eso, alejándose del agua, salieron corriendo, riendo tomados de la mano y volvieron a sentarse a construir otro castillo…

Me di cuenta que me habían enseñado una gran lección.

¡¡ BIENVENIDO 2012 !!

¡Un Nuevo Año comienza! ¡Una nueva etapa se abre!

Es momento de poner nuestro contador a cero, no para olvidar lo pasado, sino para aprender de ello. Es momento de borrar las heridas antiguas y renovar nuestro interior. Este Nuevo Año nos trae el reto de avanzar en positivo, de encontrar nuevas gentes que nos enseñarán nuevas ideas y nuevos pensamientos. Es el momento de decidirse a soltar lastre, de estar aligerados para poder volar por nuevas rutas; los excesos de peso, las sobrecargas pueden llegar a abrumarnos y entristecernos, por eso hay que soltar. Se hace necesario soltar los pesados fardos del pasado, romper las viejas cadenas que nos amarran y descargarnos de la presión del futuro.

Hoy es un día de gozo, de festejar con la familia, con los amigos, con los que queremos y nos quieren. Es un día de buenos deseos, de engendrar nuevos proyectos y aventuras, de mirar hacia delante sin miedo y enfrentando la vida tal cual se nos presente.

Acojamos este Nuevo Año con alegría, con ilusión, con esperanza... con todo lo bueno que hay en cada uno de nosotros porque tenemos a nuestra disposición 366 días de sueños por cumplir.

¡FELIZ 2012 AMIGOS!

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Quiero enviar desde aquí un abrazo enorme a todos mis amigos, a quienes comparten conmigo la vida y todo su engranaje. Gracias porque sé que estaréis ahí en mis momentos de alegría, pero también cuando las cosas no salgan como yo esperaba. Gracias por formar parte, un año más, de mi vida, por acompañarme y por tenderme una mano amiga cuando me caiga o desfallezca. Gracias por plantar flores en mi camino, por alegrarme, por enseñarme, en fin... por compartir la vida.