A lo largo de la vida todos, en mayor o menor medida, vamos acumulando heridas.
Unas veces estas heridas nos las va produciendo la vida con sus muchos y diversos avatares, pero la mayoría de las veces, las heridas que más duelen, que más marcas nos dejan nos las producimos nosotros... Heridas fruto de las relaciones personales. Las que otros nos infligen a nosotros, y además, las que nosotros vamos dejando en los demás por nuestros comportamientos, muchas veces, inadecuados.